2013-01-11 Valdepeñas de Jaén-Chircales (Sierra Sur de Jaén)

Empezamos la ruta en Valdepeñas de Jaén, junto a la fuente del Colegio Santiago Apóstol, sobre la que se ofrece un mensaje de bienvenida a los visitantes, pasamos junto a la Iglesia ruinosa de San Sebastián. Caminamos por la Avda. de Andalucía, dejando esta por la derecha, saliendo del pueblo por un camino cuesta abajo hacia el Río de la Ranera, que cruzamos por un puente para continuar por el camino que se adentra en los olivares y desaparece en ellos. Estamos explorando un poco los caminos de esta zona, intentando algún camino próximo al río que conecte con el camino de Chircales, pero como la zona está parcelada y los caminos que hay por aquí suben hacia la Montesina, lo que hacemos es bajar hasta volver al río, ahora en el otro extremo del pueblo, cerca de la unión del Río de la Ranera y del Río del Vadillo, que forman el Río de Susana, aquí se encuentra el inicio del camino de Chircales que es el que seguiremos con destino a la ermita del Cristo de Chircales. En la bifurcación cogemos el camino de la derecha, que asciende entre olivares, para el regreso volveremos por la carretera asfaltada, realizando una ruta circular.
Cruzamos el Arroyo de las Parras y entre olivos llegamos a un collado, aprovechamos para subir al Cerro Chircales, en el que existe una mancha de monte mediterráneo, especialmente en la umbría, donde se convierte en un quejigar. Volviendo a nuestro camino, bajaremos hasta la Ermita de Chircales, junto a ella una pequeña cascada, y en su interior una antigüa cueva de ermitaños que podemos aprovechar para visitar, la entrada es libre.
Proseguimos por el camino, cruzando el puente sobre el Arroyo de los Corteses y continuando por la Vereda de los Villares a Castillo de Locubín, ahora el camino ya es una carretera asfaltada, que une el pueblo con la ermita y los numerosos cortijos, parcelas y propiedades que existen en toda esta zona. Pasaremos junto a varias explotaciones ganaderas de ovino, como el Cortijo de pastores del Castellón, defendidos por sus mastines. Muchos perros, de muchas clases nos ladrarán a nuestro paso, tras sus vallas, pero no pasarán de eso. Vamos dando vista otra vez al Río Susana y a los parcelados llanos que le rodean, y por esta carretera, que discurre más o menos paralela al río y asomandose a él también en algún tramo volvemos a Valdepeñas de Jaén.